lunes, 24 de septiembre de 2007

Después de una violación

DESPUÉS DE UNA VIOLACIÓN


Las grandes ojeras en el rostro del muchacho indicaban que no había podido dormir en las noches anteriores y ahora, día lunes, en la clase de educación física, su mente hacía un viaje retrospectivo, desatendiendo las palabras del profesor.
“Maricarmen ¡Maldita sea! ¿Por qué tenías que estar tan buena?” pensó.
No todo salió como lo planearon, ya que cuando Víctor le tapó la boca, ella le mordió la mano y tuvieron que golpearla para que no siguiera gritando. Ni siquiera veía como un privilegio el haber sido el primero. ¿Qué derecho tenía él para ensuciar esa piel tan blanca? Eso lo pensaba ahora, pero entonces, cabalgando en el lomo del deseo llegó muy lejos. Fue un salvaje. Fueron todos unos salvajes.
Víctor estaba orgulloso “¡Qué culito me tiré, compadre!” diría después; y Ricardo: “No dejamos hoyo sin llenar”. Le dieron ganas de vomitar.
“¡Pobrecita Maricarmen! No debimos haberla dejado ahí, ahí está todo tan oscuro y húmedo, y el maldito Ricardo se llevó hasta sus pantaletas. Dice que como recuerdo. Maldito sádico. ¿Quién es él, quienes somos todos los del tercero “F” para que no nos desprecies? Decían que eras bien puta y no, aún eras virgen ¡Maldita sea! ¡Y no supiste ni quien fue el primero!"
Había leído y oído cómo quedan las víctimas, lo que pasa después. El trauma, el miedo. Un embarazo.
La voz del profesor lo sacó de sus pensamientos.
—A ver, Alfaro ¿Qué pasa después de una violación?
—¿Eh? ¡Ah! Yo... esteeee... —balbuceó el muchacho.
—Dime ¿Qué dije que se hace enseguida de una violación? —preguntó el maestro.
—¿E-e-e-el violador o... o la violada? —dijo Alfredo Alfaro, visiblemente nervioso y sonrojado.
—¿Ya ves? —dijo el profesor, enojado—por andar de pachanguero. ¡Pon atención! Dije que enseguida de una violación, sólo el equipo que tenga la posesión de la pelota para ponerla en juego desde afuera de la cancha podrá efectuar una sustitución. Si una de estas...
Alfredo no supo si el profesor siguió hablando. Salió corriendo, huyendo de sí mismo.

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